Dentro de la gama de los fondos de renta fija, unas de las variables determinantes de su comportamiento esperado para el próximo año son la política monetaria internacional y la política monetaria local. En Los Estados Unidos, se espera continuidad en el aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal (FED), lo que podría generar presiones para que países emergentes como Colombia también ajusten al alza su tasa interna, lo cual se traduciría en un impacto negativo para la renta fija local. Aquí vale la pena mencionar la importante participación de los inversionistas extranjeros en el mercado local, como un factor que podría acentuar dicho impacto en caso que llegara a presentarse.
Sumado a lo anterior, se podrían esperar efectos inflacionarios por el impacto del fenómeno del niño, el impacto de la Ley de Financiamiento y el aumento en la tasa de cambio observado en las semanas recientes, por lo cual, se generarían presiones adicionales para el ajuste al alza en las tasas del mercado local por parte de nuestro Banco Central, con el consecuente efecto negativo sobre la rentabilidad sobre los títulos en tasa fija, favoreciendo la inversión en títulos indexados a IPC e IBR de corto plazo.
Con base en lo anterior, se espera que los fondos de renta fija local de corto plazo funcionen como un mecanismo de protección, con menor variabilidad en su retorno dado por su posicionamiento en títulos indexados y con vencimientos entre 2-4 años, los cuales tendrían un menor impacto negativo frente al posible escenario de tasas ya mencionado.
Respecto a los fondos de renta variable local, las expectativas para este año están fundamentadas, por un lado, en el descuento actual de los precios de las acciones explicado principalmente por el contagio de volatilidad desde los mercados externos, y por otro lado, por las perspectivas de crecimiento de la economía colombiana que deberían reflejarse en un desempeño de las acciones locales mejor que lo observado en el 2018.
Respecto a los fondos balanceados, una categoría de Fondos de Inversión Colectiva, es decir, aquellos que combinan activamente las inversiones en renta fija e inversiones en renta variable, estos se perfilan como una alternativa para equilibrar dos objetivos: la preservación de capital y el crecimiento del mismo, asumiendo un nivel de riesgo acorde al perfil del cliente.
Pasando a las posibilidades de inversión internacionales se observa un panorama relativamente favorable para las acciones globales, dado el destacable comportamiento de la mayoría de variables de la economía de los Estados Unidos tales como el crecimiento y el empleo, aunque con algunos aspectos que se deben monitorear como el alto nivel de déficit fiscal en dicho país y los efectos de una desaceleración económica global por causa de las tensiones comerciales, que puedan ocasionar un retroceso en los precios de los activos financieros, principalmente en las bolsas.
En cuanto a la renta fija internacional, los niveles de tasas aún son bajos, aunque se espera continúe el aumento en el mercado norteamericano. El dólar por su parte va a mantener la tensión entre variables devaluacionistas externas y revaluacionistas internas, esta última dependerá de cómo impactará la ley de financiamiento en Colombia.